Cómo limpiar los vestidos de fiesta
Después de las celebraciones navideñas, llega el momento de poner a punto la ropa, pero ¿sabes cómo limpiar los vestidos de fiesta correctamente? Este tipo de vestidos suelen estar confeccionados con tejidos especiales y delicados y llevar complementos como lentejuelas que hacen un poco más difícil su limpieza, sobre todo si se hace en casa. Además, lo habitual es que tengan manchas típicas (bebida, comida…), arrugas del propio uso o incluso olor a tabaco. Otro error que se suele cometer es guardar los vestidos de fiesta en el armario hasta la siguiente ocasión, aunque parezcan que están limpios. Esto hace que las manchas, con el paso del tiempo, sufran alteraciones que pueden estropear además el tejido.
Antes de limpiar los vestidos de fiesta, y cualquier prenda en general, lo primero que debes hacer es revisar la etiqueta de conservación, para ver cuál es el tejido y qué tipo de limpieza recomienda (en seco, en agua, sin secadora, etc.).
Si has cortado la etiqueta de conservación, (como suele ser lo habitual) intenta recordar de qué tipo de tejido se trataba. Si se trata de una prenda de seda, viscosa o cualquier tipo de rayón y además tiene lentejuelas, adornos o brillos la limpieza acuosa puede llegar a alterar el color del tejido así como las propias dimensiones de la prenda, por ello es conveniente siempre acudir a un especialista en seco.
Además si la prenda posee determinados adornos y se pueden eliminar sin dificultad es conveniente que se retiren antes de limpiar los vestidos de fiesta. Estos adornos suelen presentar poca solidez al tratamiento de limpieza y secado.
En primer lugar debemos observar si hay alguna mancha y dependiendo de su origen, utilizar un quitamanchas idóneo. Por ejemplo, si se trata de una mancha de sangre (¿quién no se ha cortado con un vaso roto en Nochevieja?), se pueden tratar con agua fría, pero con mucho cuidado con la composición, ya que si se trata de un tejido de seda o viscosa no es conveniente poner a remojo en agua. En el caso de manchas de vino, no se debe tratar con agua, ya que puede fijar la mancha. Por ello es conveniente aplicar sobre la mancha un blanqueante oxigenado (lo hay para prendas de color) para su eliminación.
Lo mejor es, debido a la composición de este tipo de vestidos, lavarlos a mano, con agua fría y un detergente para ropa delicada. Para secar las prendas de fiesta sin dañarlas nada de retorcer, estrujar, chafar, apretujar o cualquier otro sinónimo que pueda causar daños en las fibras… hay que poner el vestido de fiesta en una toalla gruesa y enrollarlo cuidadosamente, para retirar el exceso de agua sin dañar la prenda. El secado final puede realizarse entre dos toallas, sobre una superficie lisa, o al aire libre, pero con mucho cuidado para que la luz del sol no de a la prenda directamente y colgada de la propia percha.
El momento del planchado es también un momento muy decisivo en la conservación de una prenda de fiesta o celebración. Si hay tejidos delicados, que son los que habitualmente se usan para este tipo de prendas, debes bajar la temperatura de la plancha y evitar una acción mecánica sobre el tejido.
Y ya una vez que ya están limpias, cuidado cómo las conservas hasta la fiesta siguiente, ya que las lentejuelas, adornos o incluso las sedas, bien por el rozamiento con otras prendas en tu armario, bien porque haya humedad en el armario o bien por las altas temperaturas, pueden dañar este tipo de prendas.
Recuerda que nunca debes almacenar una prenda con manchas, ya que con el paso del tiempo dichas manchas se van oxidando y van provocando otras manchas de color amarillento, con el resultado final de que tu vestido de fiesta quede totalmente inservible.
De todas formas, si no tienes tiempo, si no quieres complicarte con quitamanchas, tejidos y demás, siempre puedes confiar en los profesionales de Tintorerías y Lavanderías Pressto, que siempre te aconsejarán cómo limpiar los vestidos de fiesta con el proceso más adecuado. Y además, a domicilio.